Ayer domingo a las ocho de la noche, empezamos a pintar. Que divertido fue. Desde empapelar, mover muebles y pintar. Nosotros hubiéramos podido pintar hasta la madrugada. Pero también debemos dormir. Acabamos todos llenos de pintura, cansados y con mucha felicidad. Lo más chistoso es que, como estaba oscuro, las sombras nos confundían y no sabíamos si ya habíamos pintado o no en ciertos lugares. Hoy en la mañana descubirmos probablemente tendremos que pintar algunas zonas de nuevo. Pero la diversión, nadie nos la quita.
Qué padre que hasta estes aprendiendo a pintar!! con brocha gorda! me gustaron mucho las fotos y la cita!!
ResponderEliminar